lunes, 23 de abril de 2012

Ay, quisiera decirte tantas cosas. Tantas, tantas. Quisiera estar contigo, porque no sé cómo te sientes, y siento que nos hemos guardado cosas, cosas importantes. Quizás nunca te lo haya dicho, quizás; la chica del pelo corto se ensimismó tanto, y la del pelo largo se fue por otro lado. Ninguna de las dos tiene razón de nada, y tengo que terminar esta entrada y recordarla. Quiero estar contigo, quiero estar allí, quiero que estés conmigo, volvamos a estar juntas, y por favor, juntas al máximo, porque esta será la manera de decirte te quiero, eres la mejor, la mejor prima que pude haber tenido, es la que siempre está allí. Y que entre nosotras siga ese pacto de silencio de amistad oculta, demasiado, y que sin ti y la Palo, demás que estaría muy sola en esta vida de locas adolescentes.

domingo, 8 de abril de 2012

"El primero de la estirpe está amarrado a un árbol y el último se lo están comiendo las hormigas."


-Gabriel García Marquez.

jueves, 5 de abril de 2012

Correr.

Correr. Una acción tan libre y tan fantástica a la vez. Algo que pasa a ser de tu pasado, y que es, a la vez tu presente.
Todo corre, y no podemos dejar de pararlo. No, porque queramos, si no porque la vida nos condicionó así. Hoy me di cuenta de que corro usualmente para no llegar tarde a todos lados -aunque lo bueno siempre llega tarde-; y que todos corremos. No importa el motivo, ni la meta (en este caso de ideas locas), el punto es que la vida se va rápido, y a veces no la aprovechamos, y también no encontramos el sentido a algunas cosas, sólo porque esta requiere tiempo, dedicación, paciencia.
Correr, una sensación de libertad pura, y de ejercitación mental y física. El cerebro agradece con miles de conexiones la acción de liberación total.
El tiempo corre, y nosotros corremos. La vida corre... ¿por qué? porque el tiempo corre, y corre rápido. Y se está escapando. Time is running out.

miércoles, 4 de abril de 2012

El Otro Yo

"Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando. Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.
Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo."

- Mario Benedetti

domingo, 1 de abril de 2012

Tiempo? Tempus fugit.

Ahora que las últimas semanas han pasado, y no he sabido que era lo que mi cerebro me confundía. Al principio, lo vi todo negro, después vino una luz un poco engañosa, y lo tomé porque era luz. Se fue, me dejó sola, tirada, y seguí andando en mi vida. Ahora pasó el tiempo de lamentación. Ya no más. Please, no more.

Ser como soy, no cambiar por nada. Pero algo cambió en todo esto, algo nos hizo y nos hace ver distintas. Es el último año, y cuando me dije eso a mi misma, es que ya no era tiempo de cambios. Incluso, ya es abril, y seguiré con la determinación del año pasado. Cuánto cambiamos, no lo sé. Cuánto me demoraré en asimilar que estoy en otra etapa, quizás nunca.
Seguir odiando el colegio, me hace gastar energía, pero mi tiempo es tan ilimitado ahora, que me siento en la nada. Y trato de llenar ese vacío con múltiples actividades. ¡Cuánto añoraría volver a tejer una bufanda verde, sólo para obsequiarla! Leo, leo, pero la lectura ya no es suficiente. Escribo, pero mis palabras a veces salen tan vacías. Ir a natación llena ese espacio, tan sólo las dos horas en que mi cabeza está en otro mundo, es como casi llegar a un éxtasis.
El punto al que quería llegar con esta "pequeña" introducción era que, por favor, no se olviden de mí. Quizás eso es a lo que más le tengo terror, no formar parte de la historia de alguien, o quedarme solo en el papel de tarjeta. No quiero eso, y creo que no estoy pidiendo mucho. Quizás sea una de las personas más auto-suficientes en su vida, y en realidad, para mí la independencia es algo relevante, pero nosotras no somos personas solas, tenemos esa pequeña necesidad de agruparnos. Sólo pido un poco de atención, y no es nada más que eso. Quizás ya no sea tiempo de reparar los errores del pasado, tampoco de visualizar el futuro, porque es tan ambiguo ahora. No me estreso por sacar un buen puntaje, total, ¿a quién más no necesito llenar si es a sólo mi misma? Yo sé que mis padres estarán orgullosos de mí, por optar lo que más quiero. Aunque no sea una millonaria (a excepcion de que me fuera a otro pañís), pero eso no es lo complicado.
Lo principal es que más que no dejemos la amistad, ni nada de eso, el tiempo de compartir se ha hecho tan pequeño, la mayoría tiene a sus parejas, y quieren estar más con ellos o lo que sea, y sean felices y todo, pero aprendan a medir su tiempo, porque como dicen por ahí: las amigas están en todas. Quizás yo sea ese tipo de amigas, lo aprendí a punta de muchos errores con otras; pero yo también quiero lo mismo. Siento que estoy dando mucho, y recibo poco, pero, ¿que más puedo hacer? Cambiarles el pensamiento, o golpearlas... no sé. Quiero una noche de pijama party, quiero una salida al mall, pero mi presupuesto financiero está agotado. Algún día diga por qué.
El colegio nos absorve mucho. Lo digo porque parte de mi misma está como agotada, pero tenemos que hacernos las energías.

Tenía ganas de compartir esta experiencia de casi un mes, antes de que ya vaya al preu, corra, y mi cabeza se vaya a otra parte, haga otra cosas, que quizás sean más relevantes.
No podía decirselo antes, porque no llegué a esto -hace como ayer-, y en verdad, sean más concientes con el tiempo, porque yo si estaré dispuesta. *No es para que se lo tomen asi como a pecho, pero tenía que decirlo* Y otra cosa, todavía no tengo pareja porque el tipo no se da cuenta, o porque quizás todavía tenga ganas de seguir disfrutando mi soltería.
Muchas Gracias.